A espaldas del mar, dentro de la abandonada fábrica textil Bellavista-Oveja Tomé, las maquinarias aún respiran y los hilos cuelgan expectantes.

Deshilacha es un cortometraje experimental de “no ficción” que cruza la frontera de la ficción a través del descubrimiento en primera persona, sin texto ni voz, del edificio de hilandería de la fábrica.

La textilería, fundada en 1865, fue durante años una de las principales industrias textiles en Latinoamérica y una notable fuente de trabajo para Tomé. La fábrica, considerada patrimonio arquitectónico, se declaró en quiebra el año 2007 quedando gran parte del edificio sin uso y conservándose intactas las huellas, vestigios y máquinas en un inquietante silencio.

El cortometraje, de tono dramático y misterioso, recorre el edificio suscitando curiosidad por revelar cada rincón y elemento presente en el lugar. Un juego tenso de texturas, fierros, telas y botones, llevan al espectador a un viaje íntimo con tintes de surrealismo y donde las máquinas son protagonistas que narran su propia historia.